A mucha gente (como a mi), le gusta vivir de noche, (y no solo de fiesta), realizar diferentes actividades y esto es completamente entendible, no hay ruido, nadie esta molestando y distrayéndote, y puedes alcanzar un nivel mas alto de concentración.
Pero que sucede cuando despiertas solo en una extraño hotel y descubres que has perdido la memoria y que eres buscado por cometer asesinatos múltiples. El problema es que no recuerdas absolutamente nada. Mientras eres perseguido por la policía y “Los Extraños”. Seres misteriosos que tiene la capacidad de detener el tiempo y alterar la realidad, (eso seria algo completamente extraño). Esto es a lo que debe enfrentarse John Murdoch y debe desenredar los secretos de su identidad. Pero en una ciudad en la que la realidad es tan solo una ilusión, descubrir la verdad puede ser fatal.
Esto es lo que nos presenta Alex Proyas, (director de el “El Cuervo”) en su cinta Dark City (Ciudad en Tinieblas) de 1998. Con las actuaciones de Rufus Sewell, Kiefer Sutherland, Jennifer Connelly y William Hurt.
No llegó masivamente a todo el público por varias razones de índole práctico: se trata de una película fantástica dirigida por la trama, desarrollada a través de diálogos y descubrimientos del propio protagonista en su interacción con la ciudad; de este modo hay una notable ausencia de escenas de acción y pirotecnia que diluyan de alguna manera la densidad del argumento, (como sucede en Matrix). Por otra parte, la película, aun planteando preguntas de gran calado humano (la predisposición genética del individuo frente a los recuerdos y vivencias generados como respuesta al entorno social que le rodea a la hora de modelar el carácter único de la persona), lo hace desde un punto de vista netamente fantástico, necesitado de un cierto grado de complicidad por parte del espectador, que ha de estar dispuesto a dejarse llevar por la situación hipotética que se describe.
En pocas palabras, te pone a pensar, te invita a que tu también vayas descubriendo la trama y el por que de las cosas. Esa la razón por la que la película, no es para todo el publico.
Proyas define un nuevo estándar para la ciencia ficción con esta película.
“Bienvenido al mundo donde la noche nunca termina“.
Pero que sucede cuando despiertas solo en una extraño hotel y descubres que has perdido la memoria y que eres buscado por cometer asesinatos múltiples. El problema es que no recuerdas absolutamente nada. Mientras eres perseguido por la policía y “Los Extraños”. Seres misteriosos que tiene la capacidad de detener el tiempo y alterar la realidad, (eso seria algo completamente extraño). Esto es a lo que debe enfrentarse John Murdoch y debe desenredar los secretos de su identidad. Pero en una ciudad en la que la realidad es tan solo una ilusión, descubrir la verdad puede ser fatal.
Esto es lo que nos presenta Alex Proyas, (director de el “El Cuervo”) en su cinta Dark City (Ciudad en Tinieblas) de 1998. Con las actuaciones de Rufus Sewell, Kiefer Sutherland, Jennifer Connelly y William Hurt.
No llegó masivamente a todo el público por varias razones de índole práctico: se trata de una película fantástica dirigida por la trama, desarrollada a través de diálogos y descubrimientos del propio protagonista en su interacción con la ciudad; de este modo hay una notable ausencia de escenas de acción y pirotecnia que diluyan de alguna manera la densidad del argumento, (como sucede en Matrix). Por otra parte, la película, aun planteando preguntas de gran calado humano (la predisposición genética del individuo frente a los recuerdos y vivencias generados como respuesta al entorno social que le rodea a la hora de modelar el carácter único de la persona), lo hace desde un punto de vista netamente fantástico, necesitado de un cierto grado de complicidad por parte del espectador, que ha de estar dispuesto a dejarse llevar por la situación hipotética que se describe.
En pocas palabras, te pone a pensar, te invita a que tu también vayas descubriendo la trama y el por que de las cosas. Esa la razón por la que la película, no es para todo el publico.
Proyas define un nuevo estándar para la ciencia ficción con esta película.
“Bienvenido al mundo donde la noche nunca termina“.
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